lunes, 23 de mayo de 2016

¿Por que llamarlo amor si es una obsesión?


Todos lo hemos visto o tal vez lo hemos experimentado, una relación que fracasó y, sin importar lo tóxica (y sin sentido) que pudiera haber sido, seguimos pensando en nuestra expareja, haciéndose casi imposible el hecho de olvidarla y seguir adelante.

 La relación no funcionó y, sin importar los motivos, termina y nos sentimos incapaces de pasar página; pasamos noches, meses y hasta años extrañando a esa persona con la que nuestra relación terminó.

 Ver una relación de manera objetiva es mucho más difícil de lo que pensamos, porque no sólo se involucran las emociones, también nuestro pasado, nuestro ego, los traumas de la infancia, nuestras inseguridades y miedos.

Cuando la bomba detona todo lo anterior se activa y limpiar el desastre nos puede tomar meses o años. Por eso es fundamental, de ser así, buscar ayuda profesional para superar el trauma que nosotros mismos hemos creado en nuestras vidas. ¿Entonces, por qué no podemos superar la separación de nuestra expareja? Muchas veces pensamos que es porque realmente extrañamos a esa persona, incluso idealizamos una relación que ni mucho menos era sana y aunque esto es verdad (hasta cierto punto) hay otros factores involucrados.

 En muchas ocasiones las personas se obsesionan con la idea de volver y los pensamientos de que sin esa persona la vida no tiene sentido, pensamientos distorsionados, deben de trabajarse a nivel psicoemocional.
Muchas mujeres, y hombres también, confunden amor verdadero con obsesión, conceptos que no podrían ser más diferentes. El amor es ver realmente a la otra persona (con sus virtudes y sus defectos) y ser capaz de apreciar la imagen completa.


La obsesión se trata de crear una imagen poco realista de cómo es la otra persona y convertirla en ese Dios Supremo que es perfecto y jamás se equivoca. La señal más clara de que tienes una obsesión es cuando no logras ver un solo defecto, cuando tratas de llenar un vacío en tu vida con él. Muchas veces esa obsesión también está relacionada con que mi vida, a parte de la relación de pareja que tenía, no estaba llena de otras cosas, ni social ni afectivamente, es decir, dependía de esa relación para mi autoestima social y ahora todo es aburrido y gris, lo cual ya denota un problema de base en la relación que estaba manteniendo, pues era una relación de dependencia.

Este tipo de relaciones obsesivas son muy peligrosas porque tu estabilidad emocional se conecta directamente con su aprobación y, sin darte cuenta, comienzas a vivir para la otra persona y tu vida gira en torno a ella. Eventualmente terminarás sintiendo un vacío mucho más grande y mientras continúes idealizando a esa persona, la única forma en la que te sentirás mejor es si regresa.

Idealizar a la persona hace que construyamos ideas falsas en torno a lo que era o podría ser nuestra relación amorosa a su lado; crees que nunca encontrarás a alguien tan maravilloso y que era la única persona que podía hacerte feliz. Este es uno de los mitos más grandes de las rupturas de pareja y una de las razones por las que la mayoría de las personas sufren para superar una ruptura sentimental.
¿De verdad crees que porque no experimentaste nada igual anteriormente nunca volverá a suceder?. Te convences que no existe otra persona en el planeta con las mismas cualidades de tu expareja, así que tienes dos opciones: regresar con él o conformarte con alguien que nunca le llegará a la suela de los zapatos.

Espero que veas lo absurdo de esto. ¿Conocerás a alguien igual?. No, porque no existen dos personas idénticas en el mundo. Vuestra historia terminó porque, aun con su “perfección”, la relación ya no estaba funcionando. Baja de ese pedestal a tu expareja y concéntrate en sanarte.

Este punto va ligado con la obsesión. En una relación poco saludable nos conformamos para que las cosas funcionen. Lo anterior significa que comenzamos a aceptar comportamientos que de otra forma ni siquiera consideraríamos o que nos convierten en alguien que no somos.
Tal vez ya no das tu opinión, ya no eres la persona confiada que una vez fuiste y siempre antepones sus necesidades a las tuyas.

La devastación emocional que sientes después de una ruptura es proporcional a la medida en la que te conformaste. ¿Por qué? Porque sientes que algo te falta. Crees que tenerlo de regreso es la única cura, pero eso es solamente una falsa creencia y un engaño de tu mente para recrearte en el dolor de la pérdida.

Lo que necesitas es determinar por qué aceptaste ese trato, por qué decidiste conformarte por tanto tiempo y qué puedes hacer para evitar esta situación más adelante.

La mayoría de las veces no extrañas a la persona en cuestión, sino los sentimientos que experimentabas cuando estabas con ella. Extrañas la intimidad, la cercanía, el sentimiento de ser deseado-a y admirado-a. Extrañas más la manera en que te hacía sentir esa persona que a la propia persona en sí misma; extrañamos la sensación de ser queridos. Para llenar este vacío rodéate de personas que realmente se preocupen por ti y que te quieran por quién y cómo eres. Enfócate en reconstruir tu vida de forma que te vuelvas a sentir llena y feliz, no te encierres en tu dolor y trata de disfrutar de nuevas oportunidades.

El dolor que sentimos después de una ruptura, podría ser una consecuencia de nuestro ego herido. El rechazo duele, aun cuando sabes que es lo mejor y que ya no hay nada qué hacer. No permitas que tu ego se interponga entre la superación de una relación que ya no da más de sí.

Por último, la manera en que superamos una ruptura sentimental está directamente relacionada con nuestra autoestima. Es evidente que si nos culpamos del fracaso y subimos a la persona en un pedestal, nosotros descendemos escaleras abajo y nos sentimos muy poca cosa. La autoestima es algo fluctuante que depende de muchos factores, pero que se origina en lo que he recibido a nivel afectivo cuando era niño de mis padres y personas más cercanas. Eso nos lleva a nuestros orígenes afectivos más profundos, por eso muchas veces en las parejas buscamos el amor de un padre o una madre para llenar nuestros depósitos de autoestima.

Si no soy capaz de hacer cosas positivas tras una ruptura sería bueno pedir ayuda profesional, una guía para recrear tu vida, aprender a vivir sin eso que perdiste, empezar a crear una nuevas ilusiones, creándote nuevos objetivos, nuevas metas que te permitirán desarrollar nuevas habilidades, como relacionarte con otra gente. Es muy importante reforzar tu autoestima, ya que ésta te ayudara a superar el dolor de la pérdida y mirar con nuevos ojos a las situaciones que se presentan delante de ti.

Es el momento de tratar de superar el dolor y dejar de recrearte en pensamientos obsesivos; es hora de pasar página sobre algo que no funcionó y ya terminó, el momento de creer en ti y tus posibilidades de ser feliz, gustarte, quererte. Después, solo lo mejor llegará a tu vida.